El caso Edinson

A Edinson Cavani (Salto, Uruguay, 1987) se le ha olvidado marcar. En su cuenta personal, sólo 3 goles esta temporada en Ligue 1. Pocas presas para ‘el Matador’. Si a esto le sumamos que Ibrahimovic anda lesionado, la Cavani-dependencia se agranda en el PSG, estancado en la tercera plaza y a siete puntos del OM. Pero el uruguayo está lejos de su mejor nivel y tras cuatro partidos jugando como ‘9’(su posición predilecta) y cero eficacia de cara al gol, muchos le señalan con el dedo y hasta se habla de una posible salida en el mercado de invierno.

La baja forma del charrúa ha traspasado fronteras y Óscar Tabárez le ha dejado fuera de la convocatoria de Uruguay esta semana. Pero, ¿qué le pasa a Edinson? Cuando el balón llega a sus pies, las dudas le atenazan hasta el punto de renunciar al disparo en algunas ocasiones. La que hasta hace poco era su arma más mortífera. Para su entrenador, Laurent Blanc, su delantero pasa por “una crisis de confianza, un periodo que afecta a todos los goleadores”. De momento, el ‘9’ del PSG cuenta con el apoyo de su técnico, que le ha dado la camiseta de titular en todos los partidos disputados.

Se ha hablado mucho de la compatibilidad con Zlatan Ibrahimovic. Eclipsado por la estrella sueca, Cavani ha tenido que adaptarse a jugar caído a una banda. Lejos del área. Si muchos coinciden en que el ex del Nápoles es más rentable por el centro del ataque, a nadie se le pasa por la cabeza meter a Ibra en uno de los costados. Sin embargo, las estadísticas dan la espalda a la teoría de la compatibilidad. Cavani ha anotado hasta la fecha 4 goles repartidos en 4 partidos diferentes (Bastia, Saint-Etienne, Ajax y Lyon). Pues bien, en todos ellos el internacional uruguayo partió desde la banda y en la punta jugaba Ibra.

Por lo tanto, las causas de este bache parecen responder más al estado anímico del ‘Matador’. Los que trabajan con él a diario aseguran que ha digerido mal la separación de su mujer en diciembre pasado. Un periodo complicado de su vida que ha sobrellevado lejos de su entorno familiar. A lo personal, hay que sumarle otro aspecto ajeno a su control. La carga que supone ser el fichaje más caro de la Ligue 1 (64 millones de euros) sólo le ha servido para soportar más presión. Un cúmulo de circunstancias negativas que han repercutido en su rendimiento deportivo.

En mitad de esta crisis ha surgido el nombre del Arsenal. Según algunos rumores, el club inglés sigue de cerca al goleador y estaría dispuesto a ofrecer 70 millones de euros en enero. Pero a Cavani le restan tres años de contrato y su deseo es continuar en Paris. Desde el entorno del PSG se ha pedido a la opinión pública que deje de agobiar al charrúa. Que tengan paciencia con él. Seguramente, el día que vuelva a marcar todo esto se relativizará. Y entonces puede que le veamos sonreír de nuevo. El viernes, ante Lens, tendrá otra oportunidad de ahuyentar los fantasmas.