El espejo donde se mira Fekir

Fekir se debate entre Francia y Argelia

Durante la Copa de África 2015, quince seleccionados de Argelia poseían además la nacionalidad francesa. Entre ellos, Yacine Brahimi, nacido en Paris, o Nabil Bentaleb, en Lille. Para muchos de los jugadores nacidos en Francia, la decisión de vestir la camiseta de Argelia, Marruecos o Senegal es una forma de hacer felices a sus padres, que un día emigraron del continente africano para instalarse en el Hexágono. Por otro lado, los representantes de los combinados nacionales hacen su trabajo para convencer a los futbolistas. Sin embargo, la última palabra la tienen los propios jugadores. En esta tesitura se encuentra Nabil Fekir (Lyon, 1993).

El joven volante del Olympique de Lyon ha despertado el interés de otros clubes europeos, así como el del equipo de Francia y el de Argelia, la nación de sus padres. Mohamed, el padre de Nabil, tiene un sueño. “Siempre lo he dicho, no me escondo. He nacido en Argelia, he vivido allí y estaré orgulloso si él se pone la camiseta de Argelia”. Pese a todo, reconoce que la decisión final no le pertenece. El protagonista asegura que es una elección “muy complicada” pero que dará una respuesta antes del mes de marzo.

Los días 26 y 29 de este mes las dos selecciones nacionales disputan partidos amistosos: contra Brasil y Dinamarca los franceses, y contra Qatar y Oman los argelinos. A Fekir, que ya ha jugado con el equipo de Francia Espoirs en octubre de 2014, nada le impide escoger a otro país con los adultos, es decir, puede jugar para Francia o para Argelia. Sin embargo, esta decisión es definitiva y ya no podrá vestir la camiseta de otro equipo nacional. Aunque su respuesta es una incógnita, el lyonnais ha dado una pequeña pista, al afirmar que “será difícil decir no al entrenador de los Bleus”.

Lacazette y Fekir forman el dúo más eficaz del campeonato

Fekir tiene un espejo donde mirarse. Son varios los argelinos que han vestido la camiseta azul desde la época de colonización hasta la actualidad. La estrella de los Bleus, Karim Benzema, también nació en Lyon y jugó en el equipo de Gerland. Un día de 2006, en un hotel de la ciudad, Jean-Michel Cavalli (seleccionador francés de Argelia) trata sin éxito de convencer al joven de 19 años de ir a jugar para los verdes. Pero Benzema ya había tomado su decisión: “Argelia es el país de mis padres, está en mi corazón, pero deportivamente, yo jugaré en el equipo de Francia”. Llegados a un cierto nivel, ya no es una cuestión de sentimientos, sino sobre todo un proyecto profesional con consecuencias económicas sobre una carrera. Benzema juega en el Real Madrid, el club más laureado de Europa, un hecho difícil de imaginar si en 2006 se hubiera decantado por el país de sus padres. 

La revelación de la temporada en Francia (9 goles, 6 asistencias) tiene contrato hasta 2019 con el OL pero su estilo provocador –nadie intenta más regates en Ligue 1- seduce a los grandes clubes del viejo continente. Él, que sólo tiene 21 años, no esconde los campeonatos que le hacen soñar: Inglaterra, España, Alemania… Pero antes, debe pronunciarse, ser Benzema en Argelia o Bentaleb en Francia, ese es el dilema.